Medios a medias
Pablo Gámez
22-01-2009
22-01-2009
Es cada vez más evidente la apuesta por el control de la información que los gobernantes latinoamericanos quieren tener. La oferta va desde agencias de noticias hasta columnas editoriales.
"El sitio será un vínculo de servicios con los medios de comunicación, paraguayos en el exterior y la misma ciudadanía", explica Agusto Dos Santos, director de Comunicaciones de la Presidencia de Paraguay. Las palabras de Dos Santos se dan en el contexto del lanzamiento, pocos días atrás, de la Agencia de Noticias del Gobierno de Paraguay, un proyecto que funcionará en Ayolas y Chile.
"Queremos competir en materia de informaciones con este sitio y no darle un mero ropaje de propaganda gubernamental", explica Dos Santos.
El presidente Lugo señala que esta es "una agencia informativa nacional y que no es solamente oficial ni oficialista, sino que es una agencia nacional para servir a todos los paraguayos en el Paraguay, incluso para los que están fuera, y para el mundo entero".
Tendencia en la región
El ejemplo de Paraguay se suma a una tendencia que se repite y reproduce entre los gobiernos latinoamericanos. El fenómeno no es menor y plantea una serie de paradigmas de relevancia.
Gobiernos como el de Venezuela, Paraguay, Nicaragua, Ecuador, Argentina, Bolivia, consideran que los medios de comunicación no están cumpliendo a rigor con su labor y compromiso informativos, prefieren obedecer a intereses económicos y políticos, provocando que la información que publican esté contaminada, y acaso tergiversada.
Es el caldo de cultivo que utiliza el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua para denunciar la existencia de una dictadura mediática en su contra; es el argumento del que se vale el presidente venezolano Hugo Chávez para lanzar Telesur; es la contraofensiva que maquinan los Kirchner en Argentina ordenando a qué medio de comunicación se le da pauta publicitaria y a cuál no.
El nuevo caso de Bolivia
En el momento en que se cumple el tercer aniversario de la llegada al poder de Evo Morales, el presidente de Bolivia festeja el lanzamiento de un nuevo peródico creado con el objetivo de defender al gobierno.
De esta forma termina de dar forma a una promesa escuchada el pasado diciembre, cuando Morales adelantó que su gobierno y su partido, MAS, con financiación venezolana, tendrían un periódico propio.
"Por primera vez, el Estado va tener su propio periódico que vamos a distribuir cada día con la verdad", recalca Evo Morales con un ejemplar en sus manos del nuevo diario que a partir de hoy está circulando en el país andino.
Interesa notar que el MAS, desde su llegada al poder hace tres años, tiene bajo su control la estatal Empresa Nacional de Televisión Canal 7, la Asociación de Teledifusoras de Bolivia (ATB), la red de radio Patria Nueva y una cadena nada despreciable de radios comunitarias. A todo esto se suma ahora El Cambio, el nuevo diario boliviano.
La fórmula es la siguiente: ante la ofensiva de los medios de comunicación, de derecha, es necesaria una contraofensiva informática, para que los ciudadanos tengan una idea real de lo que está haciendo el presidente Evo Morales y su gobierno.
"Es necesario contrarrestar a los medios opositores que responden a intereses empresariales y políticos", según asegura la agencia Erbol, que, a su vez, cita a "fuentes vinculadas al partido de Gobierno".
Chávez columnista
Es una semana particular, sin duda, si se considera que a este nuevo panorama mediático se suma la decisión del presidente Hugo Chávez de emular el ejemplo de Fidel Castro y empezar a escribir columnas editoriales.
Dice el presidente de Venezuela que "es necesario para contribuir a la batalla de las ideas". Su columna se podrá leer los martes, jueves y domingos. Será publicada por el diario "Últimas Noticias" y llevará por nombre "Las líneas de Chávez".
Hugo Chávez escoge un momento oportuno para iniciar la publicación de su nueva columna. El 15 de febrero próximo habrá un nuevo referendo en Venezuela, esta vez para decidir sobre la re-elección del presidente y de todos los funcionarios del gobierno.
Reflexión de Mauricio Funes
Semanas atrás, en una entrevista con Radio Nederland en la capital salvadoreña San Salvador, Mauricio Funes, candidato presidencial de la ex guerrilla FMLN, dijo: "Uno de los grandes desafíos es enfrentar justamente lo que otros han llamado con mucha precisión la dictadura mediática. Yo soy periodista, pero no por serlo tengo un trato privilegiado por parte de los colegas periodistas, todo lo contrario. En El Salvador, la prensa obedece a intereses que muchas veces están vinculados a intereses económicos o con partidos políticos de derecha. No es la solución que la izquierda se haga de sus medios. Lo que debemos hacer es estimular mayores procesos de apertura y de estímulo de la discusión, del debate, de la deliberación".
La reflexión de Funes es importante. Sin mayor dificultad, en todo el continente latinoamericano se constata hoy un proceso acelerado de desinformación a través de los medios, sean estos escritos, visuales o radiales. La suma de intereses económicos y políticos ha provocado que en esas salas de redacción se olvide el rigor periodístico y el derecho a una información "descaifenada" que todo ciudadano tiene. Responder de la misma forma y con un tono aun más "tergiversado" de la realidad solamente contribuye a agitar las aguas en un mar de informaciones trastocadas y profundamente manoseadas.
La conclusión es paradójica: la desinformación es una sombra que se está extendiendo a pasos agigantados en América Latina, en una época en que la globalización debía de favorecer el acceso a información veraz y precisa. Hay elefantitis de mentiras y tergiversaciones que van desde México hasta Tierra del Fuego; no es de extrañar que el continente siga su rumbo sin brújula, en una ceguedad premeditada.
*Benjamín Fernández Bogado es director de Radio Libre, de Paraguay
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