17 de marzo de 2010

Corporativización de la verdad

Donde esta en peligro el derecho a la información esta en peligro el conjunto de las libertades ciudadanas y la democracia.

Por Leonardo Agudelo

Al proceso de concentración económica le ha seguido una irresistible tendencia a la concentración de la información, enlazándose así política, economía e información. Cuando los intereses corporativos consideran como parte de su política de información, la transición de sus intereses económicos a difusión mediática, se le resta a la información su capacidad de crítica respecto del sistema económico imperante.

Esto produce un sistema de medios de comunicación que cada vez expone al ciudadano a paradojas como en Italia, donde se conocen más los gustos sexuales del primer ministro Berlusconni que del papel de la tropas Italianas en Afganistán. En el primer caso existe la posibilidad de una nueva criatura, en el segundo hombres de muchos lugares del mundo están muriendo, sin que podamos descifrar la complejidad del porque en la información de prensa o televisión. Se podría alegar en este ejemplo que importa más la vida que la muerte y ello puede llamarnos al optimismo. Pero nos puede ocultar que la guerra contra el terrorismo que se está librando en Afganistán, las muertes pueden deberse a una falla en la concepción de la política y que una información que no sea capaz de revelar el panorama complejo en el lejano país de Al Qaeda, puede estar ayudando a levantar algunas cruces en el cementerio.

Este es solo un ejemplo para indicar que las batallas que pierde la prensa en la guerra por la información, no solo la pierden los periodistas o la credibilidad de los medios, sino la ciudadanía.

La mala información puede enviar a la audiencia a una galaxia muy lejana de la realidad. Una forma de comunicación que renuncia a su capacidad crítica —y la palabra critica como forma de conocimiento y transformación de la realidad— , se reduce a un gesto pomposo que encubre un interés particular disfrazado en las pantallas de nuestros televisores o en la páginas de los diarios de "información".

Fin del artículo

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