Un nuevo episodio del intento por judicializar la libertad de opinión y restringir las críticas a personajes públicos se cumplirá el próximo 24 de enero, fecha fijada para la audiencia preparatoria del juicio contra la politóloga y columnista Claudia López. Luego de frustrarse la conciliación en la que el apoderado del ex presidente Ernesto Samper pidió 50 millones de pesos para desistir de la acción judicial, López fue acusada de injuriar y calumniar a Samper en su columna de opinión “La reinserción uribista: del 8.000 al 64.000", publicada en el periódico El Tiempo el 11 de junio de 2006.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), al referirse a este caso, señaló en su alerta del 24 de agosto de 2010 que “de manera creciente, las acciones penales por injuria y calumnia se están utilizando como una forma de limitar opiniones e incluso, en algunos casos, para silenciar críticas sobre la actuación de funcionarios públicos y personas influyentes en el país”.
Este mecanismo de presión ya ha sido utilizado contra la politóloga. Sólo por citar un ejemplo, en febrero de 2008 algunos congresistas antioqueños y el gobernador Luis Alfredo Ramos anunciaron acciones penales contra la columnista, quien en un libro llamó la atención sobre la influencia paramilitar en los resultados electorales de Antioquia.
En la columna por la que ahora está sometida a juicio, Claudia López afirmó categóricamente que “…así son nuestros políticos. A falta de convicciones e ineficaz control nacional, solo reaccionan a dádivas o amenazas externas superiores a las que ellos son capaces de proferir”. Es innegable la contundencia de las opiniones de López. Esa contundencia es necesaria en un país que no ha reaccionado eficazmente frente al abuso por parte de cómplices y títeres de las mafias.
Del proceso contra Claudia López se desprenden dos temas que reclaman un cuidadoso análisis por parte de las organizaciones que promueven la libertad de prensa.
El primero es la conveniencia de promover la despenalización de los delitos de injuria y calumnia. Actualmente cursa una acción de inconstitucionalidad contra estos delitos, promovida por la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper).
El segundo tema es la posibilidad de cuestionar las decisiones judiciales, como manifestación legítima de la libertad de expresión. En el proceso contra Claudia López, uno de los argumentos para descalificar las opiniones de la columnista parte de la preclusión de la investigación dictada por el Congreso a favor de Ernesto Samper en el conocido proceso 8.000. La Corte Constitucional ha manifestado que “en ejercicio de la libertad de expresión, los particulares pueden analizar y controvertir públicamente las decisiones de los jueces, no sólo por su aspecto estrictamente jurídico, sino por la estimación que se haga de los hechos pertinentes en la providencia”.
Las alertas deben permanecer encendidas. Muchos periodistas y columnistas han pasado por los estrados judiciales, defendiendo nuestro derecho a estar informados y a conocer opiniones válidas sobre la realidad nacional. Ahora quieren silenciar a Claudia López por sus reflexiones sobre Ernesto Samper quien, para muchos, aún tiene una enorme deuda con la verdad de este país. Hay más ex presidentes, también con saldos en rojo frente a la historia colombiana. ¿Cada vez que alguien opine sobre ellos o cuestione su desempeño será llevado a los estrados judiciales? Pues bien, allá estaremos, hoy con Claudia López y mañana, uno por uno desfilaremos en el banquillo de los culpables de opinar con libertad.
* Por Andrés Monroy Gómez
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De acuerdo al principio 11 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) "Los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la sociedad”. Por otra parte, la Corte Interamericana ha señalado que la protección a la libertad de expresión comprende la información o ideas favorables y también aquellas que "ofenden, resultan chocantes o perturban", porque "tales son las exigencias del pluralismo, la tolerancia y apertura mental sin las cuales no existe una sociedad democrática".
1. Artículo “La reinserción uribista: del 8.000 al 64.000", publicada en el periódico El Tiempo el 11 de junio de 2006.
2. #ApoyoaClaudiaLópez en Sentipensantes. Por Gloria Ortega Pérez
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarPor la inminencia de la perplejidad popular me reincidieron con la medicina perniciosa por la cual les solicito mi curacion divina. La razon de la perplejidad popular es de que me calumniaron de violador sexual por una moraleja masoquista de resarcirme con la necrofilia además de que originalmente me adjudicaron de prevaricador para darme una ignominia sexual consecuente en la segunda calumnia. Soliciten al sitio REDGUATEDIGITAL.BLOGSPOT.COM y al sitio CNN.COM del telenoticiero norteamericano CNN al reportaje y a la consulta popular de mi oprobio sexual con Guatemala por unos impostores polares de un vórtice virtual que me calumniaron de inminente onanista por especularme de prevaricador segun el paradero de los tales en el sitio ENTRANDOENLAMADRIGUERA.BLOGSPOT.COM.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Sacerdote gnostico samaeliano.